Evangelio lunes 12 de junio

12 de Junio de 2023

Evangelio según San Mateo, capítulo 5, 1 - 12.

Lunes de la Décima Semana del Tiempo Ordinario

Jesús, al ver toda aquella muchedumbre, subió al monte. Se sentó y sus discípulos se reunieron a su alrededor. Entonces comenzó a hablar y les enseñaba diciendo:
«Felices los que tienen el espíritu del pobre, porque de ellos es el Reino de los Cielos.
Felices los que lloran, porque recibirán Consuelo. Felices los pacientes, porque recibirán la tierra en herencia. Felices los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados.
Felices los compasivos, porque obtendrán misericordia. Felices los de corazón limpio, porque verán a Dios. Felices los que trabajan por la paz, porque serán reconocidos como hijos de Dios. Felices los que son perseguidos por causa del bien, porque de ellos es el Reino de los Cielos. Felices ustedes, cuando por causa mía los insulten, los persigan y les levanten toda clase de calumnias. Alégrense y regocíjense entonces, porque Uds. tendrán una gran recompensa en el cielo"

Meditación de Bernardita Marín Paul

"Alégrense y regocíjense entonces, porque ustedes tendrán una gran recompensa en el
cielo"

Creo que el Señor misericordioso me quiere decir, te quiero con todas tus manifestaciones, humanas, te entiendo, conozco tu esencia y necesidades. Por eso te digo, tendrás hambre, de amor y de justicia, sentirás aflicciones, serás perseguida, calumniada por causa de mí. Yo vine a llenarte y completarte y tendrás tu recompensa. Busca el Reino y podrás con humildad, tener con un corazón puro y serás saciada. No te olvides, que Yo estoy siempre a tu lado. acompañándote

Aquí el Señor me muestra un camino de amor, lleno de esperanza y de alegría. Me describe un camino duro que puedo recorrer, antes de estar verdaderamente con El, pero El sabe acoger y acompañar en ese camino de justicia. Me cuida y me calma, busca para que conozca su misericordia y me dará todo lo bueno que no tengo y finalmente la alegría de estar con Él. Gran recompensa de paz, sabiduría, amor y completa alegría. No hay alegría como estar cerca del Señor Jesús, nuestro Salvador

Señor percibo tu infinita justicia, gracias por revelarnos a un Dios infinitamente justo que todo lo conoce y lo ve. Todas las tribulaciones contigo serán nada, porque descanso en tus brazos y se que todo esfuerzo se recompensará con tu protección y amor. Permíteme educar mi corazón, para que sea puro, dejar el ego y la vanidad y trabajar incansablemente por tu paz, llena de tu Espíritu de amor. Sí Señor, bendito seas ahora y siempre y por los siglos de los siglos.

AMÉN