Evangelio lunes 11 de septiembre

11 de septiembre del 2023

Evangelio según Lucas capítulo 6, 6 - 11

Lunes de la décimo tercera semana del Tiempo Ordinario

Otro sábado, entró en la sinagoga y comenzó a enseñar. Había allí un hombre que tenía la mano derecha paralizada. Los escribas y los fariseos observaban atentamente a Jesús para ver si curaba en sábado, porque querían encontrar algo de qué acusarlo. Pero Jesús, conociendo sus intenciones, dijo al hombre que tenía la mano paralizada: Levántate y quédate de pie delante de todos; él se levantó y permaneció de pie. Luego les dijo: Yo les pregunto: ¿Está permitido en sábado, hacer el bien o el mal, salvar una vida o perderla?. Y dirigiendo una mirada a todos, dijo al hombre extiende tu mano. Él la extendió y su mano quedó curada, Pero ellos se enfurecieron, y deliberaban entre sí para ver qué podían hacer contra Jesús.

Meditación de Bernardita Marín Paul

"¿Está permitido en sábado, hacer el bien o el mal, salvar una vida o perderla?"

Creo que el Señor quiere decir; Tratan de hacerme caer, cuánto vale la ley y la forma, están por sobre la persona. Se les olvida el fondo, la dignidad y cuidado del ser humano. No te alejes nunca del amor o de la justicia, ¿cuidar la ley o la forma para descuidar el amor ?,no es lo que yo proclamo. Que tus conductas no sean hipócritas, dobles, sino que revelen el verdadero amor y no otros intereses. No deben ser presos de las normas, sino que abiertos siempre al amor y la misericordia.
Liberarme del ego, enfrentar siempre mi verdad, es un desafío y el camino más directo para el auto conocimiento y encontrar en dónde está el amor de Dios. Enfrentarlo con autenticidad, me hace humilde y capaz de reconocer y ver al otro en su dignidad y necesidad de encontrar a Dios. Cuánto desgaste por aparentar, en el ser o tener, El Señor ama a cada criatura, en su realidad y posibilidad. Reconocerlo y ver al otro, en su necesidad es urgente.
Señor mi Dios hazme humilde, y capaz de amar de verdad a mi hermano, que solo necesite de tu amor para estar satisfecha. Llena mi mente y espíritu con tu sabiduría, paz y verdad, que busco incansablemente. No permitas que me ahogue con las atracciones de este mundo y que sepa encontrar el camino humilde y bueno que tienes preparado para mí y mi familia y así quedarnos en la quietud en que Tú reinas, Bendito seas por siempre mi querido Señor. Que así sea.

AMÉN