Evangelio lunes 11 de julio

11 DE JULIO DEL 2022

Evangelio según San Mateo capítulo 19, 27 - 29

Lunes de la Décimo Quinta Semana del Tiempo Ordinario

San Benito, Abad y Fundador. Memoria Obligatoria

"Entonces Pedro, tomando la palabra, le dijo: «Ya lo ves, nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido; ¿qué recibiremos, pues?». Jesús les dijo: «Yo os aseguro que vosotros que me habéis seguido, en la regeneración, cuando el Hijo del hombre se siente en su trono de gloria, os sentaréis también vosotros en doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel. Y todo aquel que haya dejado casas, hermanos, hermanas, padre, madre, hijos o hacienda por mi nombre, recibirá el ciento por uno y heredará vida eterna."

Meditación de Bernardita Marín Paúl

"¿qué recibiremos, pues?"

Creo que el Señor me quiere decir; soy tu Padre y amigo, contemplo y reconozco tu esfuerzo, ¿porque no te atreves a preguntar, a abrir tu corazón? cuestionar y enfrentar lo que realmente sientes. Vine a amarte, y te quiero libre, transforma la gratitud que sientes, en confianza y no te reprimas. El amor sumiso, que cumple siempre, conlleva muchas veces temor, angustia, dolor, yo no quiero eso, te quiero libre, llena de preguntas y cuestionamientos propios de un niño . Cuenta con mi amor infinito, para que tengas la tranquilidad y seguridad de ser como eres.

Me sorprende lo libre de Pedro con nuestro Señor, ya que se atreve a preguntar ¿cuál será su recompensa.? Creo que esta actitud libre responde a que él se sabe profundamente amado y acogido por nuestro Señor. ¡Se atreve! a quejarse ante el Señor, actitud que yo no tengo para con Dios y sin duda que me gustaría tener porque expresaría lo que tengo en mi corazón. Fui educada en el deber ser, callar, recibir lo que se nos da, respetar y no pedir más nunca, ni preguntar más de la cuenta. Muchas veces me siento sola frente al mundo, porque no comparto mi corazón, mi dolor, me arreglo sola, ya que pienso que mi Señor tiene suficiente.

Quiero Señor realmente, sentirme a gusto contigo en todos mis momentos. Abrirme contigo y atreverme a ser diferente. Quiero reconocer esa huella que impregna ser tu discípula amada. Ese hijo predilecto, que cuestiona, dialoga y pide, porque se sabe profundamente querido. Necesito traspasar y mostrarte mi humanidad que me hace cansarme y sentirme sola. Quiero preguntarte. ¿Qué recibiré después? Señor, haz que mi alma sea frente a ti comome alma de Pedro. Gracias Mi Dios.

AMÉN