Evangelio jueves 9 de noviembre
Jueves 9 de noviembre de 2023 | Osvaldo Andrés Iturriaga9 de noviembre del 2023
Evangelio según Juan 2, 13 - 22
Jueves de la trigésima primera semana del Tiempo Ordinario
Cuando se acercaba la Pascua de los judíos, Jesús llegó a Jerusalén y encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas con sus mesas. Entonces hizo un látigo de cordeles y los echó del templo, con todo y sus ovejas y bueyes; a los cambistas les volcó las mesas y les tiró al suelo las monedas; y a los que vendían palomas les dijo: "Quiten todo de aquí y no conviertan en un mercado la casa de mi Padre". En ese momento, sus discípulos se acordaron de lo que estaba escrito: El celo de tu casa me devora. Después intervinieron los judíos para preguntarle: "¿Qué señal nos das de que tienes autoridad para actuar así?" Jesús les respondió: "Destruyan este templo y en tres días lo reconstruiré". Replicaron los judíos: "Cuarenta y seis años se ha llevado la construcción del templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?" Pero él hablaba del templo de su cuerpo. Por eso, cuando resucitó Jesús de entre los muertos, se acordaron sus discípulos de que había dicho aquello y creyeron en la Escritura y en las palabras que Jesús había dicho.
Meditación de Sebastián Castaño F.
"El celo de tu casa me devora"
Jesús parece decirnos: el templo es un lugar donde adoramos a Dios. Allí pueden contemplar su poder, su cruz, su infinita entrega por cada uno de sus hijos amados. En el templo reciben su Palabra y los sacramentos que les llenan de gracias y del Espíritu Santo. Por eso hay que respetar el templo. Así como Yo fui Templo de Dios, ustedes también pueden ser templos vivos donde reside el Espíritu Santo. Busquen entonces ser habitados por Dios y respeten su propio templo. Eviten llenarse de "accesorios" mundanos que impidan que Dios tenga un lugar principal en sus vidas.
Creo que este evangelio me lleva a pensar sobre lo que hago, las decisiones que tomo, la forma de vivir, del ejemplo que doy a mi familia, de mi relación con las personas, son, o no, como Dios quisiera que fueran. ¿Estará mi corazón lleno de esos "mercaderes" que relata el evangelio y que no dejan que sea Dios quien ilumine y guíe mi forma de vivir? Jesús me muestra el camino de cuidar el templo, incluso con un celo que no duda al momento de tener que actuar.
Querido Señor, confío en que Tú nos liberas y nos salvas, que solo Tú puedes llevarnos por el camino que nos da verdadera vida y paz. Quisiera poder ser testimonio de que Tú guías constantemente mi vida. Me conoces completamente, sabes lo que tengo y soy, y sabes cuando no logro cumplir tu voluntad. Dame la gracia Señor de vivir con el celo de ser coherente con tu enseñanza y tu Palabra; siempre con alegría de ser cristiano. Que María santísima nos lleve siempre a Ti.
AMÉN