Evangelio jueves 29 de septiembre
Miércoles 28 de septiembre de 2022 | Sebastián Castaño29 DE SEPTIEMBRE DEL 2022
Evangelio según San Juan, capítulo 1, 47 - 51
Fiesta de los Santos Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael.
Al ver llegar a Natanael, Jesús dijo: "Este es un verdadero israelita, un hombre sin doblez".
¿De dónde me conoces?", le preguntó Natanael. Jesús le respondió: "Yo te vi antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera". Natanael le respondió: "Maestro, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel". Jesús continuó: "Porque te dije: 'Te vi debajo de la higuera', crees. Verás cosas más grandes todavía". Y agregó: "Les aseguro que verán el cielo abierto, y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre."
Meditación de Sebastián Castaño Fueyo
"Les aseguro que verán el cielo abierto, y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre."
El Señor Jesús parece decirnos: Yo los conozco íntimamente desde siempre y los llamo, de una forma u otra, para que crean y vean la grandeza del amor de Dios. Conozco su carácter y sus anhelos, que eso no los inquiete. Sólo aspiren a ser personas sin doblez, transparentes y abiertas hacia el cielo. Yo soy el eslabón entre ustedes y el Dios del cielo, soy la escalera que los lleva a Él. Cuanto más busquen venir a mi encuentro, más me conocerán y verán la grandeza y el amor que mi Padre tiene por cada uno de ustedes, sus hijos amados.
En este Evangelio veo un encuentro entusiasta entre Jesús y su nuevo discípulo. Natanael reconoce públicamente a Jesús como su maestro, el Hijo de Dios, y Jesús le promete ver el cielo. Y así mismo me imagino que Jesús quiere encontrarse con nosotros, con entusiasmo y con esa alegría de querer compartir el camino juntos. Para esto necesito estar abierto hacia el cielo, es decir, a tener un corazón transparente frente a Dios y a la vez ser honesto frente a los hombres.
Señor Jesús, así como Natanael, quiero tener un corazón limpio, sincero, y sin doblez, para poder conocerte mejor y seguirte fielmente, así como lo hizo tu discípulo. Sé que tú eres la escalera y la puerta que nos lleva al cielo y al encuentro definitivo con el Padre. No permitas que caiga en la tentación de pensar que no puedo seguirte. Que tus ángeles Señor nos protejan, nos sanen, y nos guíen para seguir el camino que nos lleva derechamente hacia ti.
AMÉN