Evangelio jueves 29 de febrero
Jueves 29 de febrero de 2024 | Osvaldo Andrés Iturriaga29 de febrero de 2024
Evangelio según San Lucas 16, 19-31
Segundo jueves de Cuaresma
En aquel tiempo, dijo Jesús a los fariseos: «Había un hombre rico que se vestía de púrpura y de lino y banqueteaba cada día. Y un mendigo llamado Lázaro estaba echado en su portal, cubierto de llagas, y con ganas de saciarse de lo que caía de la mesa del rico. Y hasta los perros venían y le lamían las llagas. Sucedió que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abrahán. Murió también el rico y fue enterrado. Y, estando en el infierno, en medio de los tormentos, levantó los ojos y vio de lejos a Abrahán, y a Lázaro en su seno, y gritando, dijo: "Padre Abrahán, ten piedad de mí y manda a Lázaro que moje en agua la punta del dedo y me refresque la lengua, porque me torturan estas llamas". Pero Abrahán le dijo: "Hijo, recuerda que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro, a su vez, males: por eso ahora él es aquí consolado, mientras que tú eres atormentado. Y, además, entre nosotros y vosotros se abre un abismo inmenso, para que los que quieran cruzar desde aquí hacia vosotros no puedan hacerlo, ni tampoco pasar de ahí hasta nosotros". Él dijo: "Te ruego, entonces, padre, que le mandes a casa de mi padre, pues tengo cinco hermanos: que les dé testimonio de estas cosas, no sea que también ellos vengan a este lugar de tormento". Abrahán le dice: "Tienen a Moisés y a los profetas: que los escuchen". Pero él le dijo: "No, padre Abrahán. Pero si un muerto va a ellos, se arrepentirán". Abrahán le dijo: "Si no escuchan a Moisés y a los profetas, no se convencerán ni aunque resucite un muerto"».
Meditación de Sebastián Castaño Fueyo
"Además, entre nosotros y vosotros se abre un abismo inmenso."
Jesús parece decirnos: recuerden que estoy presente en el corazón de muchos, especialmente en el corazón de aquellas personas más necesitadas. Busca ver a tu prójimo con un corazón misericordioso; mira a tu alrededor con atención. No sea que la vida que llevas, y todo lo mundano, te confunda y te impida ver la necesidad ante ti, alejándote de la realidad. Busca ver la vida bajo la luz de la Palabra, con la luz de Cristo. Quiero estar junto a ti y acompañarte en tu entrega, intenta dar lo mejor de ti para el bien de otros.
¿Cuántas veces he actuado como el hombre rico, indiferente o ciego ante la realidad y necesidad de otros? La vida mecanicista y lo mundano me impiden ver o acordarme de la verdadera importancia de buscar acercarme a otros. Tengo que despertar mi corazón para que no se inmovilice por toda la actividad y por las preocupaciones del día a día. Despertarlo para ir acostumbrándome a dar más de mí y estar atento a encontrar a Jesús en otros. No sea que esté abriendo un gran abismo entre mi prójimo y yo, y en consecuencia entre Cristo y yo.
Querido Jesús, Tú me conoces completamente y sabes dónde soy débil. Ayúdame a evitar que todo lo mundano me impida escucharte con atención y me impida tener ojos para ver y la fuerza para acercarme a los "Lázaros" de hoy. Dame un corazón empático para saber ponerme en los pies de otros y la conciencia de que estoy llamado a amarte en el encuentro con aquellos que, como Lázaro, esperan nuestra acción. Que por la intercesión de María obtenga la gracia de entregarme más por otros.
AMÉN