Evangelio jueves 28 de diciembre
Jueves 28 de diciembre de 2023 | Osvaldo Andrés Iturriaga28 de diciembre de 2023
Santos inocentes
Evangelio según San Mateo capítulo 2, 13-18
Jueves de la Octava de Navidad
Después de la partida de los magos, el Ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: "Levántate, toma al niño y a su madre, huye a Egipto y permanece allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo". José se levantó, tomó de noche al niño y a su madre, y se fue a Egipto. Allí permaneció hasta la muerte de Herodes, para que se cumpliera lo que el Señor había anunciado por medio del Profeta: "Desde Egipto llamé a mi hijo". Al verse engañado por los magos, Herodes se enfureció y mandó matar, en Belén y sus alrededores, a todos los niños menores de dos años, de acuerdo con la fecha que los magos le habían indicado. Así se cumplió lo que había sido anunciado por el profeta Jeremías: "En Ramá se oyó una voz, hubo lágrimas y gemidos: es Raquel, que llora a sus hijos y no quiere que la consuelen, porque ya no existen".
Meditación de Sebastián Castaño Fueyo
"José se levantó, tomó de noche al niño y a su madre, y se fue a Egipto"
Jesús parece decirnos: Me hice niño para venir al mundo, y quise nacer en una familia humilde y sencilla que me acogió, me cuido, me educó y me protegió siempre. Yo mismo tuve que ser protegido por mi familia. Y esa es la Sagrada Familia, que hoy sigue presente y que a ustedes los protege, les brinda cobijamiento y amor. De igual forma ustedes están llamados a proteger y amar con total entrega a su propia familia, a la familia de la Iglesia y a proteger el modelo de familia como seno de desarrollo de todas las personas.
Este Evangelio me plantea de forma concreta que Dios nos ha confiado la protección de nuestra familia. No puedo ser tibio o inactivo en mi respuestas y acciones concretas para cuidar a cada uno de los integrantes de la familia. Si el mismo Jesús necesitó de San José y María para poder cumplir su plan de amor en el mundo, nosotros también necesitamos de nuestros padres y de la experiencia de familia para poder dar fruto abundante y ser cocreadores. El ejemplo de San José me inspira y me recuerda que estoy llamado a intentar todo por el bien de mi familia.
Querido Jesús, gracias por la familia que me has dado, por mis padres, hermanos, esposa e hijos. Concédeme, Señor la gracia de saber cuidar mi familia, de mantenerla unida, de acercarla a Ti, de estar atento a cada miembro y tener la fuerza para actuar según Tú esperas, como lo hizo San José y María. Te ofrezco estar atentos a ellos con atención especial. No permitas que yo sea motivo de división y que jamás con mi actuar aleje a ellos de Ti.
AMÉN