Evangelio jueves 24 de noviembre
Jueves 24 de noviembre de 2022 | Sebastián Castaño24 de NOVIEMBRE DEL 2022
Evangelio según San Lucas capítulo 21, 20 - 28
Jueves de la Trigésima Cuarta Semana del Tiempo Ordinario
Santos Andrés Dung–Lac, Presbítero y Compañeros Mártires. Memoria Obligatoria.
Jesús dijo a sus discípulos: "Cuando vean a Jerusalén sitiada por los ejércitos, sepan que su ruina está próxima. Los que estén en Judea, que se refugien en las montañas; los que estén dentro de la ciudad, que se alejen; y los que estén en los campos, que no vuelvan a ella. Porque serán días de escarmiento, en que todo lo que está escrito deberá cumplirse. ¡Ay de las que estén embarazadas o tengan niños de pecho en aquellos días! Será grande la desgracia de este país y la ira de Dios pesará sobre este pueblo. Caerán al filo de la espada, serán llevados cautivos a todas las naciones, y Jerusalén será pisoteada por los paganos, hasta que el tiempo de los paganos llegue a su cumplimiento. Habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas; y en la tierra, los pueblos serán presa de la angustia ante el rugido del mar y la violencia de las olas. Los hombres desfallecerán de miedo por lo que sobrevendrá al mundo, porque los astros se conmoverán. Entonces se verá al Hijo del hombre venir sobre una nube, lleno de poder y de gloria. Cuando comience a suceder esto, tengan ánimo y levanten la cabeza, porque está por llegarles la liberación".
Meditación de Sebastián Castaño Fueyo
... tengan ánimo y levanten la cabeza, porque está por llegarles la liberación.
Jesús parece decirme: No pierdas el ánimo y levanta tu mirada al cielo. Cuando vine al mundo experimenté las tribulaciones de la vida y sé que el camino de la cruz no es fácil. Intenta cargar tu cruz y hazlo con decisión, porque aun cuando tropieces muchas veces, yo vendré en tu ayuda y estarás caminando conmigo hacia el Reino de los Cielos. No cierres tu corazón, ni tapes tus oídos para dejarme fuera, no te pediré más de lo que puedes dar. Vive con esperanza y alegría, vigilante ante la presencia de Dios Padre.
Estoy llamado a estar vigilante ante la venida del Señor y a vivir atento a los acontecimientos de mi vida terrenal con los ojos puestos en el cielo. Me cuesta ser consistente en esta actitud. Si pongo los acontecimientos de mi vida en la perspectiva de Cristo y de su Palabra, podré discernir mejor su voluntad. La ruina puedo encontrar lejos de Jesús... cuando pongo la seguridad en lo material y me olvido de la caridad. Cuando caigo, Jesús siempre está para ayudarme a ponerme de píe y levantar la cabeza.
Querido Jesús, quiero poner mi vida en actitud activamente vigilante porque no sé cuándo vendrás. Perdón Señor por las veces en que bajo la cabeza y alejo mi corazón de tu presencia. Quiero mirar más al cielo y aprender a avanzar por la vida buscándote con perseverancia. Sé que tú eres fiel y vendrás a mi encuentro cada vez que te busque. Querida Mater, dame la gracia para encontrarme verdaderamente con Jesús y poder vivir fiel a su voluntad santísima.
AMÉN