Evangelio jueves 22 de junio

22 de Junio del 2023

Evangelio según San Mateo, capítulo 6. 7 - 15

Jueves de la Undécima Semana del Tiempo Ordinario

Jesús dijo a sus discípulos: Cuando oren, no hablen mucho, como hacen los paganos: ellos creen que por mucho hablar serán escuchados. No hagan como ellos, porque el Padre que está en el cielo sabe bien qué es lo que les hace falta, antes de que se lo pidan. Ustedes oren de esta manera: Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre, que venga tu Reino, que se haga tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día. Perdona nuestras ofensas, como nosotros perdonamos a los que nos han ofendido. No nos dejes caer en la tentación, sino líbranos del mal. Si perdonan sus faltas a los demás, el Padre que está en el cielo también los perdonará a ustedes. Pero si no perdonan a los demás, tampoco el Padre los perdonará a ustedes.

Meditación de Sebastián Castaño Fueyo

"el Padre que está en el cielo sabe bien qué es lo que les hace falta, antes de que se lo
pidan"

Jesús me dice: Recuerda que mi Padre bueno y misericordioso te conoce perfectamente. Él, que está en lo alto, sabe de tus necesidades, de tus dolores, de tus alegrías, de tus anhelos, de lo que te inquieta. Él te ama tal cual eres y tiene para ti un plan de amor, que quiere compartir contigo día a día, para que puedas construir tu vida guiado por su luz. Cuando reces has silencio y escucha con humildad lo que el Padre quiere para ti, se dócil a su inspiración y deja que Él te guíe durante el camino de tu vida.

Que bien me haría rezar más y mejor. Creo que si rezo más podré rezar mejor. Desearía que
se trasforme en algo natural, para lograr conectarme con Dios y descubrir su querer de mi en cada momento. Pero siento a veces esa tentación y debilidad de no querer que Dios esté siempre... como para tener "mis momentos" en que no necesito o prefiero no dejar que Dios esté presente. ¡Pero si El me conoce completamente, me quiere como Padre y siempre camina a mi lado! ¿Para qué entonces alejarse?

Querido Jesús, tú te pusiste en las manos del Padre en todo momento, dame la fe para entregarme completamente a tu presencia y a ponerme en presencia de Dios Padre. Ayúdame a aceptarme como hijo y a no tener temor de que tu estés siempre presente, para no separar mi vida terrenal y mi vida espiritual. Quiero lograr abrir mi corazón para poder recibirte con la fe y la humildad de María. Enséñame a rezar, a escucharte con fe y a actuar con valentía. Te ofrezco este momento de oración.

AMÉN