Evangelio jueves 21 de diciembre
Jueves 21 de diciembre de 2023 | Osvaldo Andrés Iturriaga21 de diciembre de 2023
Evangelio según San Lucas capítulo 1, 39-45
Jueves de la tercera semana de Adviento
En aquellos días, María se encaminó presurosa a un pueblo de las montañas de Judea y, entrando en la casa de Zacarías, saludó a Isabel. En cuanto esta oyó el saludo de María, la creatura saltó en su seno. Entonces Isabel quedó llena del Espíritu Santo y, levantando la voz, exclamó: "¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a verme? Apenas llegó tu saludo a mis oídos, el niño saltó de gozo en mi seno. Dichosa tú, que has creído, porque se cumplirá cuanto te fue anunciado de parte del Señor".
Meditación de Sebastian Castaño Fueyo.
"Dichosa tú, que has creído, porque se cumplirá cuanto te fue anunciado de parte del Señor".
Jesús parece decirnos: María vuestra Madre fue dichosa en primer lugar por haber creído en Dios. El sí de María hizo crecer en ella, día a día, su fe y su amor a Dios. Aun sabiendo que ella sería la madre de Jesús, María no cambió disposición para ayudar a los demás y fue humilde servidora de Dios. Así como ella creyó y fue dichosa, así también cada uno de ustedes está llamado a creer y a buscar crecer en la fe y en el amor a Dios que los impulsa más allá de ustedes para servir. Así también como el Espíritu Santo acompañó a María, así también los acompañará si creen en Él.
María no escatimó esfuerzo para ir en ayuda de su prima Isabel: olvidándose de sí misma, salió al encuentro de su prima que necesitaba compañía. Y en este acto, Dios a través del Espíritu Santo, actúa en Isabel. Me queda claro entonces que Dios necesita de nuestros actos de servicio y donación a los necesitados para que su Espíritu Santo pueda iluminar corazones. Pero son tantas cosas que nos preocupan y que nos impiden desprendernos para poder ir al encuentro de otros con mayor frecuencia.
Querido Jesús, quisiera poder cumplir con la misión que Tú tienes para mi día a día, ayúdame a tenerte presente y a llevarte en mi corazón, así como lo hizo María. Concédeme Señor, lograr poner mis necesidades y asuntos en justa medida para que no me impidan salir al encuentro de quienes Tú pones a mi alrededor. Que en esta Navidad tu llenes los corazones de tu Iglesia y que tu paz y espíritu nos inspiren a ser buenos, caritativos y dispuestos a servir como lo hizo María.
AMÉN