Evangelio jueves 19 de octubre
Jueves 19 de octubre de 2023 | Osvaldo Andrés IturriagaJueves 19 de octubre de 2023
Evangelio según Lucas capítulo 11, 47-54
Jueves de la vigésima octava semana del Tiempo Ordinario
En aquel tiempo, Jesús dijo a los fariseos y doctores de la ley: "¡Ay de ustedes, que les construyen sepulcros a los profetas que los padres de ustedes asesinaron! Con eso dan a entender que están de acuerdo con lo que sus padres hicieron, pues ellos los mataron y ustedes les construyen el sepulcro. Por eso dijo la sabiduría de Dios: Yo les mandaré profetas y apóstoles, y los matarán y los perseguirán, para que así se le pida cuentas a esta generación de la sangre de todos los profetas que ha sido derramada desde la creación del mundo, desde la sangre de Abel hasta la de Zacarías, que fue asesinado entre el atrio y el altar. Sí, se lo repito: a esta generación se le pedirán cuentas. ¡Ay de ustedes, doctores de la ley, porque han guardado la llave de la puerta del saber! Ustedes no han entrado, y a los que iban a entrar les han cerrado el paso''. Luego que Jesús salió de allí, los escribas y fariseos comenzaron a acosarlo terriblemente con muchas preguntas y a ponerle trampas para ver si podían acusarlo con alguna de sus propias palabras.
Meditación de Sebastián Castaño Fueyo
"¡Ay de ustedes, doctores de la Ley, porque se han apoderado de la llave de la ciencia!"
Jesús parece decirme: pon cuidado para que no confundas las leyes del mundo cuando estén contrapuestas con la Ley de mi Padre, es decir, la ley del amor. Tal como los Fariseos no tenían claridad para ver y entender la Ley de Dios, también tú puedes caer en esa ceguera. Cuidado con la hipocresía de parecer lo que no eres, las caretas, el egoísmo de no entregarte. La Ley de Dios te lleva a la verdadera felicidad y plenitud, por la fe. Procura entonces ponerla en práctica, defiéndela, compártela y serás fiel testigo de ella.
Dios me ama como su hijo y también conoce lo profundo de mi corazón con todas mis virtudes y debilidades. Necesito fe para no acomodar mis creencias a mi mejor comodidad o a lo políticamente correcto para aparentar. Este evangelio me pide no guiarme (o inmovilizarme) por las formas, sino que ir a lo realmente de fondo que es poner en práctica el amor sin los peros o acomodos que a veces me impone el entorno social o las actividades del día a día que llenan la agenda. Debo reconocer esta realidad y ser consciente de ella.
Querido Jesús, gracias por mostrarnos el camino hacia el Padre y aclararnos que Dios es un padre bueno y misericordioso que espera pacientemente que correspondamos el infinito amor que Él tiene por cada uno de sus hijos en este mundo. Ayúdame Jesus a entender que las normas solo sirven si me llevan a amar más a Dios y a mi prójimo, para algún día, con la ayuda de María, lleguemos a compartir el gozo eterno del Reino de los Cielos.
AMÉN