Evangelio jueves 17 de marzo

Miércoles 16 de marzo de 2022 | Sebastián Castaño

17 de MARZO DEL 2022

Evangelio según San Lucas capítulo 16, 19 - 31

Jueves de la Segunda Semana del Tiempo de Cuaresma

Jesús dijo a los fariseos: "Había un hombre rico que se vestía de púrpura y lino finísimo y cada día hacía espléndidos banquetes. A su puerta, cubierto de llagas, yacía un pobre llamado Lázaro, que ansiaba saciarse con lo que caía de la mesa del rico; y hasta los perros iban a lamer sus llagas. El pobre murió y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham. El rico también murió y fue sepultado. En la morada de los muertos, en medio de los tormentos, levantó los ojos y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro junto a él. Entonces exclamó: 'Padre Abraham, ten piedad de mí y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en el agua y refresque mi lengua, porque estas llamas me atormentan'. 'Hijo mío, respondió Abraham, recuerda que has recibido tus bienes en vida y Lázaro, en cambio, recibió males; ahora él encuentra aquí su consuelo, y tú, el tormento. Además, entre ustedes y nosotros se abre un gran abismo. De manera que los que quieren pasar de aquí hasta allí no pueden hacerlo, y tampoco se puede pasar de allí hasta aquí'. El rico contestó: 'Te ruego entonces, padre, que envíes a Lázaro a la casa de mi padre, porque tengo cinco hermanos: que él los prevenga, no sea que ellos también caigan en este lugar de tormento'. Abraham respondió: 'Tienen a Moisés y a los Profetas; que los escuchen'. 'No, padre Abraham, insistió el rico. Pero si alguno de los muertos va a verlos, se arrepentirán'. Pero Abraham respondió: 'Si no escuchan a Moisés y a los Profetas, aunque resucite alguno de entre los muertos, tampoco se convencerán'".

Meditación de Sebastián Castaño Fueyo

Además, entre ustedes y nosotros se abre un gran abismo.

Jesús parece decirnos: recuerden que estoy presente en el corazón de muchos, especialmente en el corazón de aquellas personas más necesitadas. Busca ver a tu prójimo con un corazón misericordioso; mira a tu alrededor con atención. No sea que la vida que llevas, y todo lo mundano, te confunda y te impida ver la necesidad ante ti. Busca ver la vida bajo la luz de la Palabra, con la luz de Cristo. Quiero estar junto a ti y acompañarte en tu entrega, intenta dar lo mejor de ti para el bien de otros.

¿Cuántas veces he actuado como el hombre rico, indiferente a la necesidad de otros? Siento que caigo en la vida mecanicista y me cuesta dar verdadera importancia al salir a buscar un encuentro más cercano y real con otros. Tengo que despertar mi corazón para que no se inmovilice por toda la actividad y por las preocupaciones del día a día. Despertarlo para ir acostumbrándome a dar más de mí y estar atento a encontrar a Jesús en otros. No sea que esté abriendo un gran abismo entre mi prójimo y yo, y en consecuencia entre Cristo y yo.

Querido Jesús, tú me conoces completamente y sabes dónde soy débil, no quiero que todo lo mundano me impida escucharte con atención y me impida tener ojos para ver tu rostro en quienes me rodean y en aquellos más necesitados. Dame un corazón empático para saber ponerme en los pies de otros y la conciencia de que estoy llamado a amarte en el encuentro con aquellos que, como Lázaro, esperan nuestra acción. Que por la intercesión de María obtenga la gracia de entregarme más por otros.

AMÉN

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