Evangelio domingo 7 de enero

Domingo 7 de enero de 2024 | Juan Francisco Bravo

7 de enero de 2024

Evangelio según San Marcos capítulo 1, 7-11

Festividad del Bautismo del Señor

En aquel tiempo, proclamaba Juan: «Detrás de mí viene el que puede más que yo, y yo no merezco agacharme para desatarle las sandalias. Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo.» Por entonces llegó Jesús desde Nazaret de Galilea a que Juan lo bautizara en el Jordán. Apenas salió del agua, vio rasgarse el cielo y al Espíritu bajar hacia él como una paloma.
Se oyó una voz del cielo: «Tú eres mi Hijo amado, mi predilecto.»

Meditación de Francisco Bravo

"Pero él os bautizará con el Espíritu Santo"

Es como si Jesús me dijera: "Hijo, hermano mío: Yo soy ese mesías, aquel por quien Juan prepara los caminos. Ya llegué, y vencí la muerte con el amor y con la humildad. Y dejé mi Espíritu Santo, para que siga con ustedes. Abran los ojos y vean que no los he dejado solos, y que actúo en el día a día, hoy, en la vida de cada uno, y en la tierra entera. Que todo lo que pasa en el mundo –incluso aquello que yo no quise, pero que sí permito- es parte de un plan de amor. Que sigo actuando en la historia directamente, que hoy sigue habiendo milagros, pero que mi acción más poderosa es a través de ustedes, mis instrumentos."

En la época de Juan Bautista dominaba la lógica de que los milagros y las obras de Dios son cosa del pasado. En ese ambiente, Juan se va al desierto, y es reconocido por el pueblo de Dios como un profeta; y la gente se abarrota junto a él para bautizarse. Pero Juan promete un bautizo nuevo, de uno que viene detrás de él y que es más poderoso. Un bautizo de Espíritu Santo, no de agua, que llega en esa época en la que ya no se cree en los milagros. Hoy, en nuestra propia época, también caemos en la tentación de pensar que las grandes obras de la historia ya fueron hechas, que Dios ya sopló su espíritu, y que ya no actúa en nuestra vida.

Señor mío, bautízame con tu Espíritu Santo, para que nazca de nuevo en ti, y sea un hombre nuevo. Quítame esta venda que me impide ver tu mano amorosa en las cosas que me pasan todos los días. Enséñame a leer tus deseos en la actualidad de chile y del mundo. Da cauce a todo lo que nos haga más personas y más hermanos. Dame una fuerte fe en ti, pero que no sea una fe teórica, sino que práctica: capaz de descubrir tu providencia en lo que sucede. Envía vocaciones santas a tu iglesia chilena, danos hombres y mujeres que sean un testimonio fiel, sencillo y cotidiano de tu amor.

AMÉN

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