Evangelio domingo 7 de agosto
Domingo 7 de agosto de 2022 | Juan Enrique Coeymans7 DE AGOSTO DEL 2022
Evangelio según San Lucas capítulo 12, 35 - 40
Décimo Noveno Domingo del Tiempo Ordinario
Estén preparados, ceñidos y con las lámparas encendidas Sean como los hombres que esperan el regreso de su señor, que fue a una boda, para abrirle apenas llegue y llame a la puerta. ¡Felices los servidores a quienes el señor encuentra velando a su llegada! Les aseguro que él mismo recogerá su túnica, los hará sentar a la mesa y se pondrá a servirlo. ¡Felices ellos, si el señor llega a medianoche o antes del alba y los encuentra así!" Entiéndanlo bien: si el dueño de casa supiera a qué hora va llegar el ladrón, no dejaría perforar las paredes de su casa. Ustedes también estén preparados, porque el Hijo del hombre llegará a la hora menos pensada
Meditación de Juan Enrique Coeymans Avaria
Estén preparados, porque el Hijo del hombre llegará a la hora menos pensada
Pareciera que el Señor Jesús nos dice: mis palabras no son para asustarlos, sino para que tengan claro que, respecto al momento de la partida desde este mundo al otro, no sabrán ni el día ni la hora. Eso implica que la vida entera es una preparación para el encuentro definitivo conmigo. No pueden Uds. confiarse de que pueden hacer lo que se les ocurra porque la muerte es algo lejano. No, Uds. deben vivir con sencillez, pureza, y amor fraterno hondo en cada momento, porque el sentido de sus vidas es llegar un día a la presencia nuestra en la Trinidad.
Cuando era más joven en muchas ocasiones vivía como si la muerte fuera algo lejano y no vivía con la sencillez de hijo que es la tarea de todos nosotros los creyentes. Pero a medida que aumentan los años, la preparación para la muerte es cada vez más fuerte, pero debo cuidar que no se transforme en miedo. Al Señor no debo temerle, sino quererlo y ser leal a El, dando testimonio que es llenar la vida de agradecimiento y gratitud al Señor, porque uno no se salva porque conquista el cielo, sino porque Dios en su infinita misericordia nos quiere cerca suyo.
Señor Jesús, gracias por quererme tanto, que olvidas mis culpas y mediocridades y de mil maneras me haces sentir tu amor permanente. Saberse querido por Ti es el comienzo del cielo en nuestra vida a pesar de las dificultades que uno pueda encontrar en el camino. Dame la gracia Señor de preparar mi partida con humildad y confianza de que Tu eres el más interesado que yo me salve, y llegue a la cercanía de la Trinidad, de María madre de misericordia y de todos los santos.
AMÉN