Evangelio domingo 4 de junio
Sábado 3 de junio de 2023 | Juan Francisco Bravo4 de JUNIO del 2023
Evangelio según San Juan, capítulo 3, 16 - 18
Solemnidad de la Santísima Trinidad
Sí, Dios amó tanto al mundo, que entregó a su Hijo único para que todo el que cree en él no muera, sino que tenga Vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. El que cree en él, no es condenado; el que no cree, ya está condenado, porque no ha creído en el nombre del Hijo único de Dios.
Meditación de Francisco Bravo Collado
"... Dios amó tanto al mundo"
Es como si Jesús me dijera: "¡Amar al mundo! Entregar mi hijo por amor. Para salvar. Para que las cosas resulten mejor. Poner de tu parte. Porque a veces tú crees que la forma de acercarte a mí es a través de la negación del mundo. Y quieres retirarte para experimentarme a mí desde la soledad. Pero yo, en este texto, te invito en el sentido contrario: ¡ama el mundo! Inmerso en el mundo. ¿Qué vas a hacer para salvar el mundo? Tu mundo. Y eso no es solo contemplación y gozo. ¡Es mucho más! También es acción. Es transformarte en todo tu potencial. No a través de lo que sientes y lo que rezas, sino de lo que haces. Dando frutos."
Cuando leo este texto me percato de mis propios conflictos con el mundo. Es como si yo huyera del mundo. Y, al mismo tiempo, veo que Dios sí amó al mundo. Yo me quiero acercar a Dios. Quiero aprender de él. Y ahora veo que Jesús me invita a acercarme a ÉL a través del mundo. Entonces mi trabajo hoy es amar el mundo. Y surge una pregunta: ¿cómo puedo amar yo al mundo? Encuentro una respuesta en este mismo texto: "entregó a su único hijo". Dios le entrega lo mejor al mundo. Lo más valioso, lo más alto, lo más íntimo. Y, cuando veo eso, descubro un llamado a dar lo mejor de mí al mundo.
Jesús, yo quiero entregarme como tú te entregaste al mundo. Quiero aprender a convertirme en ofrenda y regalo. Gracias por el amor que siento en mi corazón. Gracias por las visiones que me dan claridad. Y ahora te pido acción. Te pido fecundidad. Te pido concreción. Te pido dar frutos. Hazme fecundo, Señor. Hazme avanzar con fuerza e integridad hacia la mesa de tu Padre. Dame perseverancia y claridad. Dame concreción. Gracias por todas las herramientas que pones a mi disposición para encontrarme con mis hermanos. Gracias porque también, a través de ellos, me puedo encontrar contigo.
AMÉN