Evangelio domingo 26 de noviembre

Domingo 26 de noviembre de 2023 | Juan Francisco Bravo

26 de noviembre del 2023

Nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo

Evangelio según san Mateo 25, 31-46

Domingo de la trigésima cuarta semana del Tiempo Ordinario

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Cuando venga en su gloria el Hijo del hombre, y todos los ángeles con él, se sentará en el trono de su gloria, y serán reunidas ante él todas las naciones. Él separará a unos de otros, como un pastor separa las ovejas, de las cabras. Y pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda. Entonces dirá el rey a los de su derecha: "Venid vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme." Entonces los justos le contestarán: "Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber?; ¿cuándo te vimos forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos?; ¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?" Y el rey les dirá: "Os aseguro que cada vez que lo hicisteis con uno de estos, mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis." Y entonces dirá a los de su izquierda: "Apartaos de mí, malditos, id al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de beber, fui forastero y no me hospedasteis, estuve desnudo y no me vestisteis, enfermo y en la cárcel y no me visitasteis. Entonces también estos contestarán: "Señor, ¿cuándo te vimos con hambre o con sed, o forastero o desnudo, o enfermo o en la cárcel, y no te asistirnos?" Y él replicará: "Os aseguro que cada vez que no lo hicisteis con uno de estos, los humildes, tampoco lo hicisteis conmigo." Y estos irán al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.»

Meditación de Francisco Bravo Collado

"Vengan, benditos de mi padre..."

Siento que Jesús me dice: "Hijos míos, yo quiero pedirles que graben estas palabras en su corazón. Que vivan el amor en el día a día, especialmente en sus hermanos más insignificantes. Me da pena cuando ustedes se concentran en la oración o en lo moral, y dejan de lado las obras de caridad. Me frustra cuando sienten que trabajan para Mí, y no se preocupan por sus hermanos. Yo les pido que se pongan en el lugar del otro, como yo también lo hago en este texto. ¿Están realmente preocupados de los hambrientos, los sedientos, los enfermos y los encarcelados? ¿Consideran a los que están cerca de ustedes? ¿consideran a los que están lejos?".

Me emociona este evangelio. Me llena de alegría ver con cuánto cariño Jesús les habla a los benditos. Me impresiona también el sentido de la Historia que propone aquí Jesús: toda la humanidad tiene como objetivo que los benditos de su Padre tomen posesión del reino preparado para ellos. También me llama la atención hasta qué punto Jesús se hace igual a cada una de las personas que encontramos en nuestra vida. Se pone en el lugar del más insignificante de sus hermanos. Por otro lado, me preocupa: veo que no siempre estoy trabajando para servir a los demás. Y tengo que fijar mi atención en este punto, tan central en mi vida de fe.

Jesús, yo quiero entrar en tu reino, y que me llames con los benditos de tu Padre. Sé que no lo merezco, y por eso quiero pedirte perdón. Perdóname por todas las veces que tuviste hambre y no te di de comer, o tuviste sed y no te di de beber. Perdóname por cuando me pediste limosna, y te la negué; o me propusiste un trabajo, y yo no quise priorizarlo. Haz que te descubra en todas las personas, especialmente los que están más cerca de mí. Pero que esto no me sirva como excusa para ignorar a los que estén más lejos.

AMÉN

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