Evangelio domingo 19 de junio
Sábado 18 de junio de 2022 | Juan Enrique Coeymans19 DE JUNIO DEL 2022
Evangelio según San Lucas capítulo 9, 11b - 17
Solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo
Jesús habló a la multitud acerca del Reino de Dios y devolvió la salud a los que tenían necesidad de ser curados. Al caer la tarde, se acercaron los Doce y le dijeron: «Despide a la multitud, para que vayan a los pueblos y caseríos de los alrededores en busca de albergue y alimento, porque estamos en un lugar desierto». El les respondió: «Denles de comer ustedes mismos». Pero ellos dijeron: «No tenemos más que cinco panes y dos pescados, a no ser que vayamos nosotros a comprar alimentos para toda esta gente». Porque eran alrededor de cinco mil hombres. Entonces Jesús les dijo a sus discípulos: «Háganlos sentar en grupos de cincuenta». Y ellos hicieron sentar a todos. Jesús tomó los cinco panes y los dos pescados y, levantando los ojos al cielo, pronunció sobre ellos la bendición, los partió y los fue entregando a sus discípulos para que se los sirvieran a la multitud. Todos comieron hasta saciarse y con lo que sobró se llenaron doce canastas.
Meditación de Juan Enrique Coeymans Avaria
El les respondió: «Denles de comer ustedes mismos».
Jesús pareciera decirnos: Hay en Uds. mis discípulos una tendencia a pedir que les demos las soluciones a sus problemas, pero Uds. se olvidan de la parábola de la Vid y los sarmientos: la vid que soy Yo, da todos los frutos a través de los sarmientos. Esta escena que Uds. contemplan en el Evangelio de Lucas, es para que tomen conciencia de la responsabilidad que tienen de solucionar los problemas y dificultades de la vida a través de la inteligencia y los dones que les he dado.
Es cierto que la parábola de la vid y los sarmientos es una de mis favoritas, porque me ayuda a tener una actitud más activa frente a las dificultades, pero hay situaciones en que es imposible solucionar humanamente algún problema, y ahí, agotados todos los esfuerzos humanos, no queda más que rezar y pedir que el Señor intervenga. La vida de fe es una búsqueda armoniosa entre todo lo que hay que hacer humanamente, y toda la confianza que hay que depositar en el Señor cuando ya no queda solución humana alguna,
Señor Jesús, te adoro humildemente te reconozco como mi Salvador y Redentor, como hombre y Dios. Te pido la gracia de no dejar nunca de buscar las soluciones a través de nuestra inteligencia y fuerzas humanas que para eso nos las regalaste, pero al mismo tiempo no perder la confianza en Ti Señor querido, cuando ya no podemos solucionar los problemas con toda nuestra inteligencia. Señor, bendito seas porque confías en nosotros, pero que también nos cuidas como si fuera cada ser humano tu hijo predilecto.
AMÉN