Evangelio domingo 14 de mayo
Domingo 14 de mayo de 2023 | Juan Francisco Bravo14 de MAYO del 2023
Evangelio según San Juan capítulo 14, 15 - 21
Sexto Domingo de Pascua
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Si ustedes me aman, cumplirán mis mandamientos. Y yo rogaré al Padre, y él les dará otro Paráclito para que esté siempre con ustedes: el Espíritu de la Verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque no lo ve ni lo conoce. Ustedes, en cambio, lo conocen, porque él permanece con ustedes y estará en ustedes. No los dejaré huérfanos, volveré a ustedes. Dentro de poco el mundo ya no me verá, pero ustedes sí me verán, porque yo vivo y también ustedes vivirán. Aquel día comprenderán que yo estoy en mi Padre, y que ustedes están en mí y yo en ustedes. El que recibe mis mandamientos y los cumple, ese es el que me ama; y el que me ama será amado por mi Padre, y yo lo amaré y me manifestaré a él".
Meditación de Juan Francisco Bravo Collado
El que me ama será amado por mi Padre, y yo lo amaré y me manifestaré a él.
Jesús me dice: "Sí: me voy. Sí: viene el Paráclito. Sí: eres templo del Espíritu. Pero, en lo concreto, cultiva el amor. El amor es más importante que todo lo anterior. El que me ama recibe el Espíritu Santo. El que me ama recibe el amor del Padre. El que me ama se encuentra conmigo de forma personal. Por lo tanto: ama. Ama. Juzga tu actuar por el amor que pones en él. Juzga tu rezo por el amor que pones en él. Juzga tu fecundidad por el amor que ves en los frutos. Enamórate del amor. Conviértete en un buscador de oportunidades de amar. Ese es el secreto para encontrarme. En el amor estaré para ti. Siempre."
Ante este evangelio siento gratitud. Siento alegría. Jesús se va, pero queda el Paráclito. Y ya lo conozco. Tengo familiaridad con él. Todos los hombres tenemos familiaridad con Dios porque Dios permanece en nosotros. Siento, además, gratitud por mi amor a Jesús. Realmente sé que lo quiero. Siento ese amor. Lo experimento en mi cotidiano. Y, ahora, en meditación, lo experimento aún con más fuerza. Decido desde ese amor. Recibo sus mandamientos. Me preparo para cumplirlos y recibirlos como un regalo. Siento el amor del Padre por mí.
Jesús, amigo y maestro. Gracias por el regalo del Espíritu Santo. Gracias por poder celebrar la Eucaristía y encontrarte ahí. Pero, por sobre todo, gracias por quedarte en el amor cotidiano. Te amo. Y amo todos tus regalos. Amo la abundancia que has puesto para mí. Dame sabiduría que necesito para descubrir como cada pieza de la creación es un grito que me invita a amar más profundamente. Muéstrame tu rostro. Quiero ser un verdadero amante. Hazme sencillo.
AMÉN