Evangelio domingo 14 de enero

Domingo 14 de enero de 2024 | Juan Francisco Bravo

14 de enero de 2024

Evangelio según San Juan 1, 35-42

Segundo domingo del Tiempo Ordinario

Estaba Juan Bautista con dos de sus discípulos y, mirando a Jesús que pasaba, dijo: "Este es el Cordero de Dios". Los dos discípulos, al oírlo hablar así, siguieron a Jesús. Él se dio vuelta y, viendo que lo seguían, les preguntó: "¿Qué quieren?" Ellos le respondieron: "Rabbí -que traducido significa Maestro- ¿dónde vives?" "Vengan y lo verán", les dijo. Fueron, vieron dónde vivía y se quedaron con Él ese día. Era alrededor de las cuatro de la tarde. Uno de los dos que oyeron las palabras de Juan y siguieron a Jesús era Andrés, el hermano de Simón Pedro. Al primero que encontró fue a su propio hermano Simón, y le dijo: "Hemos encontrado al Mesías", que traducido significa Cristo. Entonces lo llevó a donde estaba Jesús. Jesús lo miró y le dijo: "Tú eres Simón, el hijo de Juan: tú te llamarás Cefas", que traducido significa Pedro...»

Meditación de Juan Enrique Coeymans Avaria

"Tú eres Simón hijo de Juan, Tú te llamarás Cefas que quiere decir piedra".

El Señor Jesús pareciera decirnos varias cosas en esta escena. La primera que nos dice el Señor es que cuando Yo le cambio el nombre a alguien es para darle una misión. Al imponerle el nombre de piedra a Simón hijo de Juan, lo confirmó como el sostenedor de los discípulos. La roca firme en la cual afirmarse. Pero al mismo tiempo al hacerlo piedra al apóstol más atarantado que me negó tras veces, les estoy diciendo que la fuerza de un alma no está en lo que dice, sino en lo que hace. Y lo tercero, que cuando encargo una misión, es porque estaré apoyándolo y tendrá la fuerza del Espíritu que lo sostendrá para siempre hacia el futuro. En esta escena, la piedra soy Yo junto al corazón de Simón hijo de Juan, reconocido por los siglos como Pedro o Piedra.

Siempre me ha maravillado esta escena. Hay tantos cristianos que quisieran un cristianismo sin Pedro, pero el Señor Jesús, lo constituyó al primer Pedro como la Piedra. Y aunque los sucesores de Pedro sean muchas y no pocas veces, débiles, pecadores grandes; pero sin Pedro nuestras fe es débil, y podemos pasar de una postura liberal a un cristianismo sin fundamento. El cambio de nombre de Pedro, no lo hizo Jesús para honrar a uno de sus primeros apóstoles, sino lo hizo por nosotros, para que cuando nuestra fe empiece a debilitarse nos subamos a la barca de Pedro que es la barca segura, donde al final llegaremos igual que Pedro al corazón de Dios.

Señor Jesús. te doy gracias por estas sencillas enseñanzas. Te agradezco porque me llevan a mirar a Pedro hoy día, como miramos a Pedro hace dos mil años: humano, simple, débil, pero con un corazón inmenso. Te pido la gracia de mirarme con veracidad con toda mi pequeñez y pobreza, pero confiando que Tú, Señor, al regalarme un Ideal Personal para mi vida, me pusiste como a Pedro un nombre para siempre. Te pido que cuando esté a punto de caer en tentación, te mire crucificado, y en vez de arrancarme y negarte, renueve mi Misión de vida y te diga: Señor sostenme Tú y que mire tus llagas santas recordando que Tú eres mi fuerza y mi tarea en mi vida

AMÉN

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