Evangelio domingo 12 de febrero
Sábado 11 de febrero de 2023 | Juan Francisco Bravo12 DE FEBRERO DEL 2023
Evangelio según San Mateo capítulo 5, 17 - 37
Domingo Sexto del Tiempo Ordinario
Jesús dijo a sus discípulos: «No piensen que vine para abolir la Ley o los Profetas: yo no he venido a abolir, sino a dar cumplimiento. Les aseguro que no desaparecerá ni una i ni una coma de la Ley, antes que desaparezcan el cielo y la tierra, hasta que todo se realice.
El que no cumpla el más pequeño de estos mandamientos, y enseñe a los otros a hacer lo mismo, será considerado el menor en el Reino de los Cielos. En cambio, el que los cumpla y enseñe, será considerado grande en el Reino de los Cielos.» Les aseguro que si la justicia de ustedes no es superior a la de los escribas y fariseos, no entrarán en el Reino de los Cielos.
Ustedes han oído que se dijo a los antepasados: No matarás, y el que mata, debe ser llevado ante el tribunal. Pero yo les digo que todo aquel que se irrita contra su hermano, merece ser condenado por un tribunal. Y todo aquel que lo insulta, merece ser castigado por el Sanedrín. Y el que lo maldice, merece la Gehena de fuego. Por lo tanto, si al presentar tu ofrenda en el altar, te acuerdas de que tu hermano tiene alguna queja contra ti, deja tu ofrenda ante el altar, ve a reconciliarte con tu hermano, y sólo entonces vuelve a presentar tu ofrenda. Trata de llegar en seguida a un acuerdo con tu adversario, mientras vas caminando con él, no sea que el adversario te entregue al juez, y el juez al guardia, y te pongan preso. Te aseguro que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último centavo. Ustedes han oído que se dijo: No cometerás adulterio. Pero yo les digo: El que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón. Si tu ojo derecho es para ti una ocasión de pecado, arráncalo y arrójalo lejos de ti: es preferible que se pierda uno solo de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea arrojado a la Gehena. Y si tu mano derecha es para ti una ocasión de pecado, córtala y arrójala lejos de ti: es preferible que se pierda uno solo de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea arrojado a la Gehena. También se dijo: El que se divorcia de su mujer, debe darle una declaración de divorcio. Pero yo les digo: El que se divorcia de su mujer, excepto en caso de unión ilegal, la expone a cometer adulterio; y el que se casa con una mujer abandonada por su marido, comete adulterio. Ustedes han oído también que se dijo a los antepasados: No jurarás falsamente, y cumplirás los juramentos hechos al Señor. Pero yo les digo que no juren de ningún modo: ni por el cielo, porque es el trono de Dios, ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la Ciudad del gran Rey.
No jures tampoco por tu cabeza, porque no puedes convertir en blanco o negro uno solo de tus cabellos. Cuando ustedes digan 'sí', que sea sí, y cuando digan 'no', que sea no. Todo lo que se dice de más, viene del Maligno.
Meditación de Juan Enrique Coeymans Avaria
Cuando ustedes digan 'sí', que sea sí, y cuando digan 'no', que sea no.
Pareciera que el Señor Jesús nos dice: No vivan Ustedes queridos discípulos míos, como personas que no tienen palabra, que no son correctos, que por vergüenza humana mienten y no dicen la verdad en situaciones conflictivas. Lo más hermoso en el corazón de Ustedes, es ser verdaderos. Esa veracidad los hará respetables delante de los demás y sobre todo delante de Dios vuestro Padre. La moral del evangelio queridos discípulos es una moral de verdades y no de medias tintas.
Este evangelio me sacude, me hace pensar que debo cada noche mirar el día vivido, y reconocer que fui cobarde, o al revés en que fui correcto. No puedo dejar al azar esta palabra de Dios, que es una invitación a la trasparencia, esa virtud que quiero tanto, porque me asemeja a Jesús y me hace vivir una vida de sencillez, de humildad, de infancia espiritual. El Sí - Sí y el N-No debiera ser la señal de la fe de uno mismo como delante de los demás, y signo que se está viviendo una vida según el evangelio e imitando a Jesús.
Querido Señor Jesús, te adoro y me inclino ante Ti. Te doy gracias porque tus palabras son d e verdad y de transparencia. Gracias porque el evangelio es claro y no admite dobles interpretaciones.. Dame Señor las gracias de ser tu discípulo tratando siempre de discernir la voluntad del Padre de los Cielos, y dame la gracia de comportarme como Tu Jesus esperas de nosotros: hijo del Padre y hermano de Jesús mi Señor y Salvador, que por m salvación murió en la Cruz.
AMÉN.