¿Schoenstatt en la Iglesia o para la Iglesia?
Jueves 30 de agosto de 2018 | Patricio YoungEn esta hora de refundación del Schoenstatt chileno, hay preguntas que necesariamente debemos hacernos para cumplir con la tarea de hacer nuestra profunda revisión.Una de estas aristas es la forma como hemos construido Schoenstatt en nuestro país.
Sabemos que el Schoenstatt alemán se plasmó en torno a las parroquias. Allí se insertaba la familia para responder a los desafíos que este espacio les planteaba.Es así, comocientos de sacerdotes diocesanos, en cuyas parroquias nacía Schoenstatt, participaron en jornadas y retiros que les dictaba nuestro padre, incluso cuando va la GESTAPO a detenerlo, estaba con un centenar de ellos. El Movimiento estaba totalmente integrado a la estructura basede la Iglesia. Por eso también la gran preocupación de los obispos alemanes frente a este movimiento que crecía y crecía.
Podemos ver como esta experiencia se repite también en el caso de Milwaukee
En nuestro país, el Movimiento también nace al alero de una Parroquia; San Luis en el Cerro Alegre de Valparaíso (1947). A los pocos años, en 1949 es bendecido el Santuario de Bellavista y con ello la vida de la familia se comienza a asociar al mismo. Cabe señalar que solo 6 años antes, en 1943, había sido bendecido el primer santuario filial en Nueva Helvecia en Uruguay.
El Movimiento se distancia de la Parroquia San Luis, cuando los Padres Palotinos la dejan y pasa a manos diocesana. Es así comoel único Schoenstatt parroquial se dio en Carrascal, la que era conducida primero por Palotinos y después por padres de Schoenstatt, siendo quizás la única experiencia en nuestro país, sobre el cual poco se ha estudiado y trabajado.Allí posteriormente se bendijo un Santuario.
Podemos constatar entonces que, en su origen, la familia no giraba en torno a los santuarios, sino AL santuario, ya que la idea de los santuarios filiales nace casi 30 años después de la fundación del movimiento.
Así entonces, el nacimiento del Schoenstatt alemán es diferente al nuestro. La idea original de un Schoenstatt Parroquial se orientó más a un Schoenstatt en torno a Santuarios filiales y conformado por una elite intelectual y social.
En nuestro país los Santuarios, a medida que se desarrollan, no lo hacen asociado a la parroquia del sector que los acoge, sino independientes de ellas. La única vinculación es la inscripción de sacramentos que se realizan en los santuarios y en algunos casos pedir al párroco la realización de la misa dominical cuando no hay padres del Instituto.
Pero no solo no nos relacionamos, sino que a su vez afectamos la vida parroquial.
En efecto, es habitual que en nuestros santuarios los domingos se efectúen eucaristías. A ella asisten miembros de nuestra familia que se alejan así de sus parroquias, el momento más importante del encuentro local. También acoge a la comunidad del sector, la que se distancia más de su parroquia dado que en nuestros santuarios no se comunica, ni se enlaza la vida que ocurre en ellas. Nada se informa de catequesis, de sus actividades, de lo que está viviendo su parroquia.
Nuestro actuar no favorece a las parroquias, sino que distancia a sus fieles locales con su base. En definitiva, estamos actuando muy contrariamente a lo que nuestro padre pensó de Schoenstatt y a lo que hoy nos pide el Papa Francisco.
Esta diferencia no es menor, porque naturalmente sitúa la visión del padre sobre nuestro rol en la renovación de la Iglesia en una dimensión que responde a uno de sus leyes, que la transformación se da de adentro hacia afuera, distinta a la de una familia que se estructura en torno a santuarios desligados de esa estructura básica.
La idea del Padre es tan clara, que piensa al Movimiento (Liga y militancia) como instancia parroquial y además considera que undirector del movimiento local debía ser un sacerdote diocesano elegido por el obispo. Ese es el nivel de integración deseado.
Es su visión profética, porque así preveía una mejor y mayor articulación del movimiento con la Iglesia. Hoy el PapaFrancisco nos dice exactamente lo mismo: “Las demás instituciones eclesiales, comunidades de base y pequeñas comunidades, movimientos y otras formas de asociación, son una riqueza de la Iglesia que el Espíritu suscita para evangelizar todos los ambientes y sectores. Muchas veces aportan un nuevo fervor evangelizador y una capacidad de diálogo con el mundo que renuevan a la Iglesia. Pero es muy sano que no pierdan el contacto con esa realidad tan rica de la parroquia del lugar, y que se integren gustosamente en la pastoral orgánica de la Iglesia particular. Esta integración evitará que se queden sólo con una parte del Evangelio y de la Iglesia, o que se conviertan en nómadas sin raíces.”(En Evangelii Gaudium 29).
Es preciso hacer esta revisión y preguntarnos si la forma como hemos desarrollado Schoenstatt en Chile ha sido el adecuado o debemos volver a la idea original de nuestro padre.
La vivencia de un Schoenstatt parroquial nos llevaría a experimentar la realidad misma de la Iglesia en todas sus dimensiones. Sus dolores y alegrías, sus valores y sus pecados. Pero por sobre todo sería un movimiento que respondería a la real diversidad de nuestra Iglesia, no centrándonos como hoy, en los sectores más pudientes y beneficiados de la sociedad.
“Yo me repito mucho en esto. Una Iglesia que no sale es una Iglesia “de exquisitos”. Un movimiento eclesial que no sale en misión es un movimiento “de exquisitos”. Y a lo más, en vez de ir a buscar ovejas para traer, o ayudar o dar testimonio, se dedican al grupito, a peinar ovejas.”(Papa Francisco a nuestra familia)
Al parecer entonces, Schoenstatt no es “para” la Iglesia, sino es “en” la Iglesia. Por lo mismo no tenemos que salir al encuentro de ella, sino que debemos estar inserta en ella.
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Los documentos de Aparecida insisten en la formación de comunidades eclesiales pequeñas para hacer de las Parroquias una comunidad de comunidades.
EN Santa Maria Brasil se entendio la distribucion de la Facultad de Teologia arriba de la cima, al centro el Santuario y en el plano la Parroquia. Era una identificacion del hombre perfecto. Mente ,Corazon y las Piernas para recorrer el Mundo estaba la Parroquia.
En Chile hemos permanecido al margen del caminar parroquial.
Carrascal como experimento pastoral aun tiene que madurar .BELEN debe llegar a ser corazón y el equipo de Padres y Hermanas (existe?) debe ser cabeza.
Hermanos la misión recién empieza... Bendiciones John Hitchman
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